Salir de la depresión paso a paso

Salir de la depresión no es fácil y no se hace de la noche a la mañana. Si me preguntas cómo estoy, yo digo que ya he salido, pero porque lo peor ya ha pasado. No obstante, mi trabajo diario sigue y cada día me enfrento a la tentación de dejarme caer de nuevo. No porque sea lo más fácil, sino porque no os imagináis lo difícil que es a veces continuar arriba. Tienes mil dudas y la inseguridad que trae la depresión hace difícil enfrentarse a la vida de nuevo. La razón por la que hemos caído en la depresión sigue ahí. Siempre. Porque es una enfermedad crónica y lo que conlleva lo que la ha originado. Y depende de nosotros hacernos pequeños o enfrentarnos a todo ello un día más. Saldré del todo y me quitarán la medicación y me darán de alta en el psiquiatra, sí, pero aún no ha llegado ese día.

Por encima de todo, quisiera mandar un mensaje a toda la sociedad: he podido salir porque no me ha faltado el apoyo de los míos, ni su cariño, ni su comprensión a pesar de no saber lo que es vivir con depresión.

He podido salir porque he contado con ayuda profesional de una psiquiatra que me ha mostrado su empatía, humanidad y profesionalidad.

Nadie ha banalizado mis sentimientos ni mis miedos y les ha dado la importancia que tenían. Me han ofrecido las herramientas que necesitaba para afrontarlo todo: cariño, atención sanitaria, acceso a tratamiento y muchos abrazos silenciosos, de esos que tanto necesitamos a veces.

Sin todo esto, sin ayuda, no podemos salir… por mucha motivación que tengamos y ganas que le echemos.

Espero que todos los que viven con problemas de salud, ya sea mental o física, hallen el apoyo económico, sanitario y emocional que es indispensable para salir adelante y afrontar la vida con esperanza e ilusión, en igualdad de condiciones y con un derecho que nunca deberíamos olvidar: el que todos tenemos a poder trabajar por nuestra salud.

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La semana pasada Jorge me preguntó si no me afectaba hablar sobre mi depresión. Él piensa que a lo mejor traerla a mi mente me hace caer un poco.

Le expliqué que yo vivo así cada día. Aunque no se vea por fuera, yo vivo con todo esto que os he estado relatando desde que caí en la depresión a finales de 2016. Así es como vivimos todos los días más o menos.

La clave es ir poco a poco y paso a paso; sin prisa, pero sin pausa; no siendo muy duros con nosotros mismos en los días en que fracasemos y la depresión nos venza; y sobre todo, celebrando y felicitándonos por cada pequeño logro.

Pero, ¿cómo llegamos ahí?

El primer paso es ser conscientes de que no es tarea fácil y que vamos a tener que trabajar mucho y con ayuda. Habrá días que logremos los objetivos, otros que no, y otros que demos dos pasitos hacia atrás. En la depresión todo es posible y no hay nada fácil. Una de las cosas más complicadas es volver a encontrar motivación.

A veces parece fácil, verdad? Sobre todo si no eres tú el que la sufres… Yo, por ejemplo. Desaparecí por la depresión y he vuelto. Vale, y…

– «Huys, Nuria, si estas estupenda!»

Es lo que piensa la gente. Porque vengo y os hablo de cosas como si no me hubiera pasado nada… Y salgo a la calle y publico fotos en Instagram como si nada…

«Todo eso es porque está bien»- piensan muchos… Pero no! No estoy bien aún y, de hecho, la semana pasada tuve un gran cataplof 🙁 . Pero son muchas las cosas que no mostramos, así que… no nos centremos tanto en la imagen exterior que damos. Algunos somos muy buenos poniendo una sonrisa donde no la hay.

¿Cómo salir de la depresión?

No hay una respuesta a la gran pregunta de cómo salir de la depresión. Ojalá la hubiera o hubiera una fórmula mágica para que durara lo que dura un resfriado; para que tuviéramos la certeza de que vamos a salir.

Lo que más asusta cuando lo ves en perspectiva es, quizá, el no saber si serás capaz de salir del hoyo. Porque claro que quieres salir, pero no sabes cómo diablos lo vas a hacer…

La buena noticia es que, por desgracia, somos muchos los que estamos pasando o hemos pasado por la depresión y nos podemos ayudar 🙂 . Y, aprovechando que tras seis meses he logrado volver, quiero compartir con todos lo que he ido haciendo y que me ha llevado a estar donde y como estoy: en el camino de encontrar la felicidad y tecleando, con nuevos proyectos y activa de nuevo.

Si yo he podido, te digo que tú también puedes. Te dejo que lo dudes, pero sólo un poquito, eh? 😉 Porque dudar es normal y más cuando son dudas que nos vienen con la depresión! Pero no se duda más de lo debido, vale? Porque ya os conté que me ha costado mucho salir de esta última depresión y, como muchos estarán ahora, he pasado díiiiiiias en la cama no por dolor ni por cansancio, sino por total desmotivación y desgana ante la vida. Y aquí me tenéis ahora 🙂 . Y os aseguro que no soy nada especial ni fuera de lo normal. Y tú, como yo, lo vas a conseguir.

Espero que esto os ayude, de verdad… Porque sé lo mal que se pasa 🙁 .

Salir de la depresion paso a paso

(Haz clic en la imagen para agrandarla)

Reconocer que tengo un problema

Es la base de la solución.

Como ya  os comenté el otro día, uno de mis fallos ha sido es de no querer darme cuenta de lo que pasaba. Por más señales que había, yo no quise ver ninguna…

Lloraba con el mayor de los desconsuelos. Como una niña pequeña. Jorge me dijo que nunca me había visto así… Creo que fue lo que más le preocupó ver.

Gritaba y pataleaba… Perdía el control en 2 segundos.

Hasta estampé el despertador contra el suelo… (sip. Desde entonces no tengo despertador y uso el del móvil).

Éstas son sólo algunas de las señales y todas ellas se repetían con frecuencia. Bueno, menos la del despertador porque sólo tenía uno que podía romper, jeje. A partir de entonces alejé de mí todo lo que me indicara el paso del tiempo, ya que el ataque ése fue porque ver el paso del tiempo me agobiaba. Supongo que por hacerme consciente de que el tiempo pasaba mientras yo me quedaba estancada, sin saber cómo reinventarme ni qué camino tomar.

Ir al médico

Vital!!! Y difícil… lo sé, pero es importante que vayamos al médico y nos pongamos en manos de un especialista.

Cuando nos pasa algo relacionado con nuestra enfermedad nos falta tiempo para ir al médico, así que ¿por qué no hacemos lo mismo con la salud mental? Es igual de importante que la salud física y quizá no nos damos cuenta por culpa de los estigmas que rodean a los problemas mentales.

No dejemos nuestra salud mental de lado, por favor… Es tan importante como la física y sobre ella se sustenta todo.

Sé que es difícil ir al psiquiatra, abrirte con una persona que no conoces ni te conoce y conozco muy bien los miedos que nos asaltan en la primera consulta… Pero tenemos que enfrentarnos a todo ello y poner nuestro bienestar por delante.

«Yo puedo hacerlo solo»- es lo que muchos estarán diciendo ahora, verdad? – «No quiero que me empastillen!».

Yo era de ésas. En mi primera depresión decidí que yo era lo suficientemente fuerte como para salir sola. Y lo era. Sobreviví durante mucho tiempo, pensando que lo estaba haciendo bien… Hasta que llegaron los pensamientos suicidas. Así, sin darme apenas cuenta. Y de eso también salí sola y doy gracias a Dios por ello porque hay muchos que no salen de ésa.

Por una cabezonería estúpida mi depresión duró más de lo que debería haber durado, me hice daño a mí misma e hice daño a los que quería cuando no había ninguna necesidad. Han tenido que pasar años para darme cuenta de que pedir ayuda no significa que sea débil, sino todo lo contrario. Porque hay que tener mucha entereza y seguridad en uno mismo para reconocer que necesitamos ayuda. Hace falta ser muy fuerte para pedir ayuda y dejarnos ayudar.

Sobre todo, es la decisión inteligente. Es la gran lección tras mi primera depresión, allá por el 2012.

Esta vez he ido al psiquiatra a pesar del miedo que, en este caso, era peor porque me enfrentaba a un sistema de salud nuevo y complejo y a una consulta en otro idioma y con una persona de otra cultura. Siempre da un poco de más inseguridad.

Una vez más, es la mejor decisión que he tomado 🙂 . Ya os hablaré de mi psiquiatra otro día porque es maravillosa 🙂 .

¿Que no quieres pastillas? Habla con tu psiquiatra y díselo! Seguro que hay otras alternativas. Sobre todo, la última palabra la tienes tú y sólo tú.

Buscar el problema (parte II)

Sí. De nuevo toca analizar y reconocer las cosas que no son agradables de ver. Darte cuenta de que te pasa algo y que no eres tú es una cosa, pero otra muy distinta es ser capaz de reconocer qué ha cambiado en tu mundo que haya podido ocasionar el problema.

En la mayoría de los casos, la depresión viene porque no hemos sabido afrontar el diagnóstico o algún revés de la enfermedad, como un brote, una secuela del brote, o síntomas tan limitantes como el dolor o la fatiga, que no nos dejan hacer lo que antes hacíamos. En otros casos, como el mío ahora, se produce por otros motivos.

Mi primera depresión se saldó con un cambio en el modo en que afrontaba mi vida y aceptaba mi enfermedad y a mí misma, pero de todo ello ya os he hablado mucho y os hablé en su día, cuando aún trabajaba por salir de la depresión.

En esta ocasión el problema vino cuando creí que podría continuar con la misma actividad que tenía en España. Lo intenté un tiempo, pero vi que iba con la lengua fuera y, sobre todo, sentía que no era lo que debía hacer.

Si estaba en otro continente no tenía sentido que me empeñara en hacer vida en otro sitio… Eso me descolocaba mucho y no me permitía terminar de sentir Dubái como mi hogar.

Esto se puede extrapolar muy bien a nuestros brotes y limitaciones: de repente nos vemos obligados a vivir en un cuerpo extraño que no quiere hacer lo que nuestra mente le ordena. Pasamos a vivir con dolor y cansancio. Pasamos de tener infinitas cucharas a ninguna… Y tenemos que abandonar muchas de las cosas que hacíamos antes. Aceptarlo no es fácil… y adaptarnos y reinventarnos lo es mucho menos.

Al igual que a muchos nos toca adaptarnos a las limitaciones de una enfermedad crónica, a mí me tocaba ahora aceptar otras cosas y adaptarme a otras circunstancias: la mudanza a Dubái, el dejar todo lo que había construido en España y reinventarme. Empezar de cero de nuevo en un mundo, una cultura, un sistema y un modo de vida completamente diferentes a lo que tenemos en España.

Darme cuenta de eso fue toda una explosión que quise mostraros con los artículos que escribí antes de Navidad. Y lo hice porque quería mostrar que llegamos a un punto en el que es difícil reconocernos… Que cuando llega la depresión la persona que éramos se va y nos deja en un desamparo que pocas veces mostramos porque todo eso lo guardamos al no saber explicarlo. Porque no hay palabras que describan lo que somos cuando no somos lo que éramos; cuando ni nosotros mismos nos reconocemos.

A veces, no obstante, no hay problemas que encontrar. La depresión viene porque sí, o por el lupus o porque, simplemente, nos cansamos y explotamos.

Hay veces en las que no hay que buscar mucho la respuesta, vale? Porque no la hay, y porque buscarla sólo nos hará perder el tiempo y más moral.

Cambio de enfoque

Si sabemos dónde está el problema, podemos buscar una solución.

Si el problema es que no hemos aceptado nuestro diagnóstico, podemos buscar el modo de hacerlo. Si el problema es la carga de la enfermedad, seguro que un psiquiatra, psicólogo o una asociación de pacientes nos ayuda a verlo de otra manera y a adaptarnos.

Si la culpa es del maldito dolor o el cansancio, que nos han obligado a dejar el trabajo o no nos deja hacer lo que antes nos llenaba, es hora de reinventarse. Esto también me ha tocado hacerlo y es muy muy duro…

En mi caso actual, la solución que yo vi a mi problema fue alejarme virtualmente de España un tiempo (en kilómetros creo que no puedo estar más lejos, jeje). Y por eso rompí con todo. Fuera Twitter, fuera Facebook, fuera Instagram, blog y dentro yo yo yo y yo y Dubái Dubái Dubái.

Esto que digo ahora tan rápido me ha costado llevarlo a cabo: mucho tiempo, esfuerzo, charlas con Jorge y lágrimas. Pero tenía claro que era lo que debía hacer por mi salud mental y la de Jorge.

Si la depresión es «porque sí», pues tendremos que cambiar el enfoque de todas maneras. Y en este caso será algo más complicado porque siempre estamos más perdidos cuando no sabemos por qué ocurren las cosas. Trabajando con tu psiquiatra o psicólogo lo irás haciendo poco a poco 😉 .

Cambio de planes!

La vida que me empeñaba en llevar y que me acabó llevando a mí por la calle de la amargura tenía que cambiar. Así que tiré todo mi horario y mi rutina a la basura y allá que se quedó. Creé rutinas y horarios nuevos 🙂 . La rutina, he de decir, es otra de las cosas que más me ha ayudado a salir. ¿Recuerdas cuando os aconsejé el sistema de alarmas para no plantearte las cosas? La rutina nos ayuda a eso también.

Pasé a hacer chorradas como organizar mi biblioteca de música y e-books. Hasta he escaneado toooooooodas las fotos de los álbumes familiares, cosa que ha encantado a mi familia jaja.

Son chorradas, pero ocupan nuestro tiempo, que es lo importante. Ya no estamos en la cama porque «no tengo nada que hacer con mi vida». Ya hemos hecho ‘clic’ y toca trabajar para volver a encontrar una motivación. Mientras la encontramos, ocupamos nuestro tiempo con lo que sea y que esté alejado de la tele y la cama 😉 .

Pero nada es eterno… Te cansas de tanto organizar las bibliotecas, las fotos se acaban (increíble pero cierto!), no puedes tirarte todo el día leyendo y no hay series suficientes en el mundo para estar las 24h del día viendo la tele (y tampoco es que sea mentalmente sano).

Y así se te acaban las tonterías que te hacen pasar el tiempo y te encuentras con un día eterno de sofá. Y al otro igual. Y al otro igual.

Y decides empezar a levantarte a las 12pm. Que sí, que luego por la tarde vas al gimnasio y lo que quieras, y vas a hacer la compra, pero sabes que lo de las mañanas perras no está bien. No debería ser. Pero lo haces porque tu vida así es mejor que cuando te levantas temprano y te desesperas con la desmotivación.

Búsqueda de nuevos hobbies

Una vez nuestra mente ha hecho ‘clic’, toca buscar nuevas motivaciones. Es la mejor solución y, de hecho, ya me sacó de la primera depresión 😀 . Pero uff, es más complicado de lo que parece, eh? Hay que partirse los sesos pensando qué podemos hacer, explorando nuevas posibilidades y mirando en tiendas o en Internet para ver si nos llega la inspiración.

Yo, por ejemplo, he retomado el punto de cruz y los amigurumis 🙂 . Ya os iré enseñando los que he hecho en el Instagram. Y me apunté a un curso de costura y ahora hago patchwork y colchas súper chulas (cutres porque estoy empezando, pero chulas :p ).

Y ésa es la palabra clave: probar. Hay mil cosas que podemos probar para ver si nos gusta y así nos aficionamos. Cosplay, crochet, goma Eva, amigurumis… hay mil tipos de manualidades y, como ya os dije, hoy en día se puede aprender de todo en YouTube.

No me da vergüenza reconocerlo: me he tirado tardes enteras viendo vídeos para aprender a maquillarme bien, he estado haciendo pruebas y me hago la manicura todas las semanas. Lo que mi madre hubiera dado por ver esto cuando tenía 14 años jajaja.

Y sí. Podría emplear mi tiempo en cosas más «productivas», pero lo que importa aquí no es lo que produzca de cara a la sociedad, sino lo que suponga para mi mejoría. Si ver vídeos chorra y aprender a usar una máquina de coser me ayuda a salir adelante, que vivan las máquinas de coser. Y a quien no le guste, que no mire. Y a quien me juzgue por ello no le deseo yo tener que pasar por lo que he pasado yo.

Obviamente preferiría haber podido continuar con la carrera profesional que empecé en la universidad, pero la vida no me ha dejado por el momento. Depende de mí ser una desgraciada por ello o adaptarme y reinventarme; aprender a ser feliz con lo que la vida me ha dado y puedo sacar de ella hasta que pueda continuar con mi carrera profesional.

Cambio de metas

Mi sueño y mis metas no son las mismas que hace 20 años. El lupus no las cambió porque teniendo lupus ya luchaba por esas metas como la que más. Bonica era yo, jaja.

Lo que cambió mis sueños y aspiraciones en la vida fue el brote que empezó en 2008 y que por fin logré superar en junio del 2016, tras mi ensayo clínico.

Ya no aspiro a ser directiva en una gran empresa ni una ejecutiva agresiva. No porque el lupus no me deje, sino porque mi visión ante la vida ha cambiado. No soy la misma Nuria que hace 20 años.

Sí sigo teniendo las mismas metas que hace 6 meses, pero ésas las he pospuesto un poco. Han cambiado, pero sólo de posición. Ahora lo primero es estabilizarme.

Ponte metas realistas y alcanzables, aunque sean pequeñas

Otra de las claves para salir de la depresión.

Tienes todo el tiempo del mundo porque tu enfermedad, tus dolores, tu cansancio o lo que sea no te permite hacer mucho con tu vida… Pero tener tiempo no siempre significa que podemos hacer cosas.

Con la depresión muchas veces no podemos hacer nada, por mucho que nos lo planteemos. Es más, el hecho de plantearnos hacer algo hace que se nos caiga el mundo encima y nos hundamos más.

Por eso es importante que nos pongamos metas accesibles que podamos alcanzar. Aunque sean metas tontas. La primera meta que yo me puse fue restablecer la comunicación por WhatsApp, fijaos qué tontería, eh? Ja, tontería para ti… pero a mí me daba pánico, horror y ansiedad cualquier tipo de relación humana. Sólo me relacionaba con Jorge… así que mi primer objetivo fue ése. Y luego, poco a poco, fui ampliando el objetivo: quedar con un amigo, hablar por Skype, quedar con un grupo… Así poco a poco.

Y así con todos los aspectos de mi vida: paso a paso, objetivo a objetivo.

Empecé con sólo una meta. Y cuando la alcanzaba, me ponía otra. Empecé por las más sencillas, como hacer deporte una vez a la semana (andar, jeje) y tras un tiempo la meta ha ido evolucionando: ahora la meta que tengo es hacer deporte un día sí y otro no. Ya os diré si la alcanzo.

Ahora ya tengo varias metas! 😀 Hace tiempo me propuse retomar el blog, pero no he sido capaz de hacerlo hasta hace poquito. Y mientras eso llegaba, iba logrando las metas de ir al gimnasio, lograr salir a la calle (he tenido un pequeñísimo problema de inicio de agorafobia) y coger el coche.

Con mi agorafobia, o si te da pereza salir a la calle, puedes comenzar por cosas como salir de la casa al pasillo de tu edificio con tu gata…

Luego sales a la calle a dar un paseo corto con tu pareja y así, poco a poco, vas agrandando la meta. Pero siempre con metas alcanzables. Si me hubiera puesto como primera meta salir sola en coche, hubiera fracasado y me hubiera hundido más.

Siéntete orgulloso por los más pequeños logros

Y celébralos!!!

Es lo que he pensado cuando he pensado en lo que os acabo de decir…

El día 16 de junio hizo un año que llegué a Dubái. Miro atrás y veo todo lo que me ha trastocado este cambio tan grande, todo lo que he pasado, he superado y sigo superando y… buff. Es mucho! 😀

Y tú, que también estás pasando o has pasado lo tuyo, no olvides celebrar el más pequeño de los logros. Porque es algo muy grande!

Permítete caer, pero vuelve a levantarte

Es normal caerse en el proceso, así que no seas duro contigo mismo. Sé que es difícil, pero hay que entrenar en esto.

Lo importante no es si nos caemos o somos unas máquinas y salimos a la primera y sin tropezar. Lo importante es salir bien, aunque lleve tiempo y algún que otro traspiés.

Ve a tu ritmo

Me repito mucho en esto, pero es importante. Tendemos a compararnos con los demás, a dejarnos influenciar por los juicios y por el qué dirán y eso no es bueno. Nos agobia, nos aturulla y no nos deja hacer las cosas como debemos.

Tú eres tú. Ve a tu ritmo.

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12 pensamientos sobre “Salir de la depresión paso a paso


  1. Reina I Melendez says:

    Nuria, te quiero tanto, me has hecho tanto bien, que la persona a quien mas quiero conocer en persona, adivina! eres tu.


    • Nuria says:

      Jajaja, gracias, Reina! Pero te aseguro que me conocéis mejor que muchas de las personas que me conocen en persona 😉 . Quién sabe… quizá algún día se crucen nuestros caminos! 🙂 Un beso!


  2. Reina I Melendez says:

    Estuve en la playa cerca de la casa, claro, toda cubierta para protegerme del sol, vi los delfines saltando en el mar y tome fotos con mi camara, la que me regalo mi amado esposo , que ya no sabe que mas regalarme, aparte de su amor y apoyo.Ahi estuve todo el dia….de pronto abri mis ojos , y estaba en mi cama, en verdad…no he levantado hoy.Lo siento


    • Nuria says:

      Reina,

      No sé hasta qué punto será el cansancio u otra cosa y eso tienes que juzgarlo tú, que conoces tu lupus mejor que nadie. Recuerda que la exposición a la luz ultravioleta puede hacernos empeorar y que unos pacientes son más fotosensibles que otros. Hay pacientes, como yo, que no pueden exponerse al sol ni bien tapados. La luz UV se refleja en el agua, en la arena… Así que, aún estando debajo de la sombrilla, nos puede afectar.

      Observa si es ésa la razón por la que estás tan cansanda tras tu día de playa.

      Qué chulo lo de los delfines, no? Me da envidia!!! 😀 😀


  3. Maribel says:

    El lupus es malo, pero para mi la depresión en su estado más profundo es la peor enfermedad que hay, prefiero un cáncer antes, Nadie te entiende y te estás muriendo a chorro , Pero se sale,claro que se sale, cuando te des cuenta de que TU vales mucho y tienes que vivir por ti y para ti, porque solo haciendo esto, podrás querer a los demás


  4. Maria says:

    Ains como me identifico contigo. Yo también he pasado otras depresiones, pero ésta me tiene desesperada. No encuentro nada que me motive, me encanta leer y no puedo concentrarme, me gustan las series y no soy capaz de verlas… Por las mañanas siento mucha ansiedad cuando me despierto y veo que son las 11 de la mañana, pero estoy empastilladay no hay alarma que me saque de la cama, aunque reconozco que tampoco quiero. Mi psiquiatra me dice que estoy ahora al tope de ansiolíticos, tomo 15 mg de lorazepam y lo odioooo. Y lo peor es que no puedo bajar porque nunca estoy preparada. Parezco una bruja mala que está deseando encontrarse con alguien para ‘comerselo’ ésto no hay quien lo aguante. Me pongo metas y no paso del primer día, sólo quiero estar acostada y llorar, que malo es ésto. Estoy desesperada


    • Nuria says:

      María, si son las pastillas las que te tienen atontada, habla con tu psiquiatra para ver cómo podéis ajustar la medicación. No puede ser que las pastillas encima te hagan la vida más complicada! Tenemos que ir probando cosas con ellos hasta que alcancemos las dosis y horarios que nos permitan salir adelante. Yo, por ejemplo, tengo muchos problemas para dormir y mi psiquiatra me ha cambiado los horarios de tomas para ver si mejora la cosa. Si no lo hace, supongo que probaremos otras cosas… pero tenemos que contar todo esto para poder intentar arreglarlo.

      Intenta aprender ganchillo, que a mí me ha ayudado un montón para la ansiedad. Es mejor que comer pipas, te lo juro! Y sigue buscando hobbies y cosas que puedas hacer para ocupar tu tiempo. Date una patada en el culo para salir de la cama por las mañanas, que sé que cuesta mucho, pero hay que hacerlo.

      Sé que quieres salir de la depresión porque se te nota en lo que escribes, así que ya tienes parte del camino hecho, María. Querer salir es un paso importante! Y ya lo has dado. Ponte metas más pequeñas, vale? Y cuando estés en la cama y no quieras levantarte, piensa en mí, con cara muuuuuu enfadada, diciendo que te tienes que levantar 😉 .


  5. julio says:

    Felicidades Nuria, que la fuerza positiva del Universo este contigo hoy y cada vez que lo necesites. Eres un ejemplo de lucha! 🙂


    • Nuria says:

      Gracias, Julio, lo mismo os deseo a todos: la fuerza del Universo y el apoyo que tanto necesitamos por parte de los gobiernos y administraciones y de los nuestros. Un abrazo bien grande!


  6. Tiffany says:

    Gracias Nuria Querida! Tus post siempre son un gran apoyo para mí, te admiro eres una gran guerrera.
    Abrazos