La depresión viene sin avisar

Ya sabéis que nunca me ha gustado disfrazar las cosas y que lo del mundo de color de rosa no se hizo para mí. Simplemente porque, si queremos afrontar las cosas, tenemos que saber lo que hay. Por muy duro que sea. Y porque sólo sabiendo lo que hay de verdad, podremos arreglarlo si hace falta.

Día mundial de la salud mental

Hoy es el día mundial de la salud mental y los que me seguís desde hace tiempo sabéis que es un tema que me toca en lo más hondo porque convivo con la depresión desde yo qué sé hace cuantos años. He perdido la cuenta y, la verdad, no quiero saber los años que llevo con ese monstruo a mis espaldas.

Porque sí. La depresión es un monstruo con el que tienes que cargar. Porque está ahí. Contigo. Todos los días. Desde que te levantas hasta que te acuestas. Y todos y cada uno de los días tienes que trabajar mientras estés despierta por mantener ese monstruo a raya. Y hay veces, muchas veces, en que da igual lo mucho que trabajes, las ganas que le eches y la ayuda que tengas. Te come. Te come y te sume en el más oscuro de los abismos. Y de ahí, nadie salvo tú te puede rescatar.

¿Qué hago entonces?

No lo sé. La verdad es que no lo sé y no sé cómo lo he hecho las mil veces que he salido del abismo.

Muchas veces, me ayudó mi gata. Otras, me ayudaron otros pacientes con sus escritos, con los que me sentí arropada y comprendida. Jorge, mi pareja, no fue capaz de ayudarme hasta que no aprendió a manejarlo. Los dos tuvimos que hacerlo y no nos fue nada fácil. Hace falta una relación fuerte (muy fuerte) para aprender juntos a convivir con una depresión (y un lupus) y saber lo que ayuda y lo que no ayuda en cada momento.

¿Y una guía?

Cualquier cosa que pueda ayudar es siempre bienvenida. Os aseguro que nadie que tenga depresión quiere tenerla porque perder toda motivación, no querer cuidar de tu hijo (ni siquiera verlo) y estar … estar así es una auténtica mierda que nadie, en su sano juicio, querría vivir. Pero os aseguro que, cuando la depresión viene, no hay escapatoria posible.

Y como toda ayuda es poca, no lo dudé ni un segundo cuando la Asociación Cordobesa de Lupus (ACOLU) me pidió que presentara su guía psicológica. El resultado de esa colaboración fue este vídeo que hoy quiero compartir con vosotros y en el que hablo de una pequeña parte de mi experiencia con la depresión.

Por favor, leed el artículo donde os hablé sobre los síntomas de la depresión y si veis que los tenéis (o que vuestro ser querido los tiene) hablad con el médico. Los problemas de salud mental hay que diagnosticarlos y tratarlos cuanto antes porque, de lo contrario, la cosa puede ponerse muy fea.

Si ya has pedido ayuda, tienes que estar orgulloso porque ya has hecho lo más difícil. Créeme.

Si tú, que sospechas ya que tienes o puedes tener depresión, me estás leyendo y piensas que puedes salir solo. No puedes. Aunque seas fuerte, la depresión puede serlo más y es una tontería arriesgarse.

A todos los que estéis en el hoyo ahora: no estáis solos.

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