La inyección de corticotropina de reposición (Acthar) como tratamiento

Debido a un reciente estudio sobre los efectos del Acthar (inyección de corticotropina de reposición) he conocido este tratamiento, así que os lo cuento 🙂 . ¿Sabías que se usa para el lupus desde la década de los 50? Vamos a aprender muchas cosas hoy 🙂 .

¿Qué es la inyección de corticotropina de reposición (Acthar)?

(Ajú, qué nombrecico!).

Se trata de un tratamiento hormonal que va a poner un poco de orden en aquellos pacientes que, por motivos que luego veremos, tienen un desajuste en la hormona corticotropina.

La corticotropina es una hormona que todos tenemos en el cuerpo y su función es regular la producción de cortisol, del que ya hemos hablado en el artículo de los corticoides.

El cortisol es otra hormona que producimos todos de manera natural y que tiene como función ayudar a regular la presión sanguínea y el sistema inmunitario. Además, el cortisol es la hormona antiinflamatoria más potente que fabrica nuestro cuerpo. Por eso nos los dan en pastillas o en bolos cuando nos morimos de dolor o el lupus nos ha atacado algún órgano.

Del mismo modo que muchos de nosotros tomamos corticoides para tener cortisol extra, a algunos pacientes les darán Acthar para que tengan un poco más de corticotropina. Ambos tratamientos imitan una hormona que producimos de manera natural: los corticoides imitan al cortisol, mientras que el Acthar imita a la corticotropina.

Quizá lo conozcas por su nombre comercial: Acthar.

¿Qué enfermedades trata?

Un montón: lupus, esclerosis múltiple, sarcoidosis, artritis reumatoide, psoriasis, espondilitis anquilosante, dermatomiositis sistémica y síndrome nefrótico.

¿Qué función tiene la inyección de corticotropina de reposición?

Como ya hemos visto, imita a la corticotropina, cuya misión es la de regular la producción de cortisol. Así que al pincharnos corticotropina estimulamos la producción de cortisol y se activan así una serie de funciones de nuestro sistema inmune.

¿Cómo se administra?

Pinchazos subcutáneos (nunca en sangre!). Tu médico te indicará cada cuánto tiempo te las tienes que poner.

Al igual que en el caso de los corticoides, y por el mismo motivo, es importante que no dejes esta medicación de golpe, sino que te vayan reduciendo las dosis poco a poco.

Guarda las inyecciones en la nevera y llévalas en una nevera si vives en un país con mucho calor o te vas de viaje.

Posibles efectos secundarios

El síndrome de Cushing 🙁 . O sea, cara de luna llena, unos kilitos de más, vello… Un rollo. Ánimo, que sé bien lo que es! Y, aunque se vaya todo a medida que te bajen las dosis, sé que no consuela.

En niños es posible que afecte al crecimiento, así que el médico debería monitorizar este tema.

También puede provocar la retención de líquidos y, por lo general, los mismos efectos adversos que los corticoides (normal, si es una medicación que ayuda a la formación de cortisol): cambios de humor, periodos de euforia, insomnio, irritabilidad (o sea, una mala leche del 15), depresión, susceptibilidad a coger infecciones, hipertensión, riesgo de osteoporosis…

Pregunta a tu médico a qué señales o síntomas debes estar atento y qué debes hacer si aparecen.

Embarazo y lactancia

El Acthar puede causar daño al feto, por lo que no creo que te dejen pinchártelo si estás embarazada.

En cuanto a la lactancia, no se sabe si pasa a la leche materna, así que tampoco te dejarán dar el pecho a tu bebé.

Recuerda que tu cuerpo tardará un tiempo en expulsar el Acthar de tu organismo, así que pregunta a tu médico cuánto tienes que esperar para ir a por el bebé o amamantar.

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Fuentes:

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