La epigenética del lupus

En esta serie de artículos que hemos estado viendo hemos dicho que no todo está en los genes, verdad? Sin embargo, antes de ver qué hay además de los genes, recordemos algunas cosas que ya hemos visto:

  • Cada uno de nosotros tiene 46 cromosomas: 23 los recibimos de nuestra madre en el momento de la concepción y los otros 23 los recibimos de nuestro padre. Ésa es la herencia.
  • Esos cromosomas están compuestos por miles de genes que, junto con el ADN, forman lo que se denomina el genoma humano.
  • EL ADN contenido en los genes es lo que hace que cada uno de nosotros seamos altos, bajos, atléticos, rubios, con ojos azules… Contiene, por tanto, la información genética que nos hace ser como somos.
  • Pero lo más importante del ADN es que contiene las instrucciones que dice a cada célula lo que tiene que hacer en cada momento. Por ejemplo, en las células de nuestros riñones, es el ADN de esas células el que dice «tienes que limpiar la sangre» (entre otras cosas).

Las variaciones en los genes vs las mutaciones genéticas

Como ya vimos en el artículo «Genética y lupus» las variaciones en los genes son algo normal. Si no fuera así, seríamos todos clones y esto sería muuuy aburrido! ¿Imaginas? Toda tu vida rodeado de personas iguales que tú!!

Sin embargo, cuando esas variaciones afectan al normal funcionamiento de las células ya la cosa no está tan bien… En estos casos las variaciones se denominan mutaciones, que es lo que nos pasa a nosotros. Al gen mutado se la va la pinza y no hace bien su función, con lo que pueden ocurrir varias cosas:

  1. que no produzca correctamente la proteína que se supone tiene que producir,
  2. que no la produzca, o
  3. que la produzca en exceso.

Por ejemplo, en el artículo anterior vimos que uno de los genes que los lupus podemos tener mutado es el gen TNFS4, que es el que contiene la información para producir la citocina TNF.

Las citocinas, os recuerdo, es la sustancia que va a activar los linfocitos. También es la culpable de toda la inflamación y dolor que tenemos algunos.

Bien, supongamos que este gen se nos escacharra y lo tenemos mutado, vale? Y que por esa mutación se pone a dar la orden para fabricar citocinas como si no hubiera mañana… Os suena, no? Producimos citocinas en exceso y nuestro sistema inmune se dispara. Cataplof! Brote.

¿Por qué tengo algunos genes mutados?

También lo vimos en el artículo anterior. A veces los podemos heredar de nuestros padres (se le llama mutación heredada), pero otras veces estos cambios o mutaciones genéticas se producen a lo largo de nuestra vida (mutación adquirida). Las mutaciones adquiridas pueden deberse a factores ambientales (como la luz ultravioleta) o al estrés, por ejemplo.

¿Recordáis que las células se regeneran constantemente? Tooodos los días nuestro organismo produce copias del ADN de las células y puede ocurrir que, «en un día de despiste» se confunda al copiar el código… Este fallo puede ser una tontería y no afectarnos para nada, pero también puede afectar al funcionamiento de la célula. Entonces tenemos una mutación…

De nuevo, las variaciones en los genes son normales y muchas personas las tienen. No afectan al funcionamiento normal de las células y no hay por qué preocuparse.

Sin embargo, cuando esa variación afecta o puede afectar al buen funcionamiento de la célula, sí que hay una mutación. Entonces puede que estemos predispuestos a desarrollar una enfermedad…

¿Por qué se producen las variaciones en nuestros genes?

Aquí es donde llegamos al concepto de epigenética.

Las variaciones en el código genético y en nuestros genes pueden ocurrir por muchas razones: exposición a la radiación ultravioleta, a alguna sustancia química… Y el motivo más común de las variaciones genéticas es la edad: el envejecimiento.

Repito que estas variaciones son normales y la mayoría de ellas no tendrán ningún impacto en el correcto funcionamiento del organismo. Creo que nos asombraríamos todos si supiéramos el número de personas en el mundo que ha nacido con un gen «defectuoso» o lo ha adquirido a lo largo de su vida. Pero por eso no hay que preocuparse! Es como tener un animal en casa: lo alimentas, lo cuidas y ahí está portándose bien y sin dar la lata 😉 .

Sin embargo, algunas variaciones genéticas sí nos dan algunas papeletas para desarrollar alguna enfermedad: son las mutaciones. En este caso, el animalico es un cocodrilo (o un lobo en nuestro caso) que puede que no veamos nunca, pero que a lo mejor «los Reyes Magos» nos lo traen un día por sorpresa.

Y digo los Reyes Magos porque el origen, como siempre, no está claro! Pero sí se sabe que hay una serie de factores implicados en la manifestación de esas mutaciones en una enfermedad como el lupus: ambientales (la luz ultravioleta, por ejemplo), hormonas, estrés…

La epigenética

Según el libro «Autoinmunidad y enfermedad Autoinmune», se define epigenética como el cambio en la expresión génica que ocurre sin ninguna modificación en la secuencia del ADN. Simplificando para que todos podamos entender, la epigenética es el cambio que se produce en los genes por factores ambientales, hormonales y otros.

La epigenética es cuando los médicos nos dicen aquello de «el lupus es una enfermedad cuyo origen es desconocido, pero sí se sabe que hay una serie de factores que influyen en su manifestación: genéticos, ambientales, hormonales…).

¿Os suena eso, verdad? Lo hemos oído mil veces 🙂 .

Por eso, debe ser, que a muchas mujeres se les manifiesta el lupus a raíz de un embarazo (por el cambio hormonal tan grande) o, por ejemplo, a mí se me despertó el lupus tras una época muy grande de estrés.

No se sabe!!! A lo mejor es que comí demasiados donuts cuando era pequeña o que no comí suficiente fruta… No lo sabemos y pararnos a preguntarlo es una tontería… Aunque preguntar a nuestro médico, como curiosidad, no estaría mal porque es un tema interesante y que, para nuestros hijos y demás, podría servir como prevención…

A lo mejor así nos tomaríamos más en serio lo de «haz una dieta sana y practica deporte», no? 😉

La metilación del ADN

Es uno de los mecanismos epigenéticos y su función principal es la de silenciar los genes defectuosos que heredamos de nuestros padres.

Como siempre heredamos un cromosoma de cada uno de ellos, nuestro organismo elige aquellos que están en mejor estado 🙂 . Eso, en palabras muy sencillas, es lo que hace la metilación: establecer unos patrones que digan al cuerpo qué genes se activan y cuáles no. En teoría, siempre deberían elegir activar los que están bien y desactivar los que están defectuosos, aunque eso no siempre ocurre 🙁 .

Estos patrones o decisiones se mantienen ya a lo largo de nuestra vida, incluso en el proceso de copia de las células, vale? Con lo que tenemos mutaciones que nos predisponen a tener lupus, pero gracias a la metilación estamos sanos y no tiene por qué manifestarse la enfermedad… Salvo que haya factores que afecten a la epigenética: ambientales, exposición a algún químico, hormonas…

¿Cuándo la fastiadiamos? 

Cuando se produce la demetilación del ADN, que es lo que ocurre cuando alguno de esos factores que tanto oímos provoca un cambio epigenético. Por causas ambientales, hormonales, de exposición a un virus o vete a saber qué, se produce la demetilación del ADN y perdemos las instrucciones que decían «este gen hay que mantenerlo apagado». Homer Simpson entra a trabajar en nuestro organismo y pulsa el dichoso botón equivocado, activando los genes que estaban apagados: aparece el lupus.

Captura de pantalla 2014-04-03 a la(s) 11.22.13Otra cosa que ocurre cuando se produce la demetilación es un aumento en el proceso de transcripción, por el que se va a duplicar el ADN para producir más proteínas (y células). Lo que en especial nos afecta a los lupis es la demetilación en las células T (las encargadas de la defensa, producción de citocinas, etcétera).

Una demetilación de estas células provocaría que aumentaran en número, con lo que ya llegamos a la conclusión de siempre: exceso de defensas, exceso de citocinas, cataplof.

Conclusiones epigenéticas

Para intentar dejar claro todo este batiburrillo…

  • El lupus es una enfermedad autoinmune sistémica con un componente genético, aunque en su manifestación están implicados otros factores.
  • El lupus se manifiesta en aquellas personas que están predispuestas genéticamente cuando éstas se encuentran con ciertos agentes que ocasionan el brote de la enfermedad: factores ambientales, hormonales, sustancias químicas…
  • Los estudios han demostrado que la causa por la que estos factores contribuyen a la manifestación del lupus es la epigenética, un mecanismo que regula la expresión génica y el proceso de transcripción.
  • El lupus no es una enfermedad genética, sino epigenética.
  • Son los mecanismos epigenéticos los que pueden ocasionar que un individuo genéticamente predispuesto tenga lupus o que nosotros, que ya lo tenemos, suframos un brote.

¿Podemos evitar los cambios epigenéticos?

Seguramente nuestros médicos nos dirán lo de siempre: dieta sana, ejercicio, protección solar y adherencia.

Hey, que os conozco y os veo con las manos en la cabeza, vale? Recordad que se tienen que dar los factores genéticos y los epigenéticos. No va a haber una epidemia de lupus. Eso es una tontería.

Y si empiezas a pensar en el tema de los aditivos, el aspartamo y demás historias que nos rodean… Buff, mejor entonces vivimos en una burbuja, nos olvidamos de los móviles, los microondas y nos procuramos un huerto y una granjita para tener la garantía de que la carne y huevos que comemos son buenos y estupendos.

La verdad, y esto es opinión personal, es que si tuviéramos en cuenta todo lo que nos rodea y «puede» ser potencialmente nocivo… Buff qué sinvivir, no? Hagamos lo que esté en nuestra mano y, sobre todo, preguntemos a nuestros médicos. Los pobres no pueden ser más pesados con el tema de la dieta y el ejercicio :p .

¿Puede heredar mi hijo mi lupus?

De nuevo, la gran pregunta. Y la respuesta, según vimos en el artículo «El lupus y el embarazo«, es que hay un 5% de posibilidades de que tu hijo herede tu lupus. ¿Por qué?

Yo tengo lupus y, por tanto, tengo uno o varios genes mutados que han causado, junto con otras razones, que se manifieste mi lupus. Mi pareja está sana como una lechuga, aunque si quisiéramos ser muy tiquismiquis habría que hacerle un test genético para saber si tiene algún gen mutado que en el futuro pueda (y repito, pueda) originar alguna enfermedad.

Pues hala, vamos a por el bebé!!! En el momento de la concepción yo le voy a dar a mi bebé 23 de mis 46 cromosomas y mi pareja hará lo mismo. ¿Qué puede pasar?

a) Los genes que yo le he dado a mi bebé están todos perfectos.

Aquí no hay problema, no? Yo tengo 46 cromosomas y los 23 que le he dado a mi bebé están perfectos. Olé el trabajo bien hecho (o la suerte, más bien 😉 ).

b) Le he dado a mi bebé algunos genes mutados 🙁 .

Aquí es donde entra ese 5% de posibilidades de las estadísticas.

Pero hay una tercera posibilidad:

c) Todos los genes del bebé están bien, pero puede que la mutación se produzca en el momento de la concepción. Las causas no se conocen y a esta mutación se la denomina mutación de novo. Los códigos genéticos de los padres son perfectos, pero el bebé sale con una mutación.

 ¿Debería hacerme un test genético? ¿Y a mi hijo, para saber si puede tener lupus?

Las preguntas del millón. Y la respuesta es no y no. ¿Por qué?

Tú ya estás diagnosticado de lupus, por lo que es una tontería querer saber qué genes tienes que lo han causado en parte. Sería interesante hacer este tipo de test si pudieran dar luz sobre los tratamientos que serían más efectivos en nuestro caso pero esto, a día de hoy, no existe. Ningún test genético puede decirnos qué tratamiento nos va a ir mejor.

¿Se lo hago a mi hijo? Puedes, pero no te lo aconsejo por varios motivos:

  • El tener algún gen que nos predispone a tener lupus no significa que vayamos a tenerlo sí o sí. Tu hijo quizá tenga algún «gen del lupus», pero puede que nunca se manifieste.
  • Además de darnos «los genes del lupus» estos test también nos dan tooooodos los genes que nos predisponen a tener alguna enfermedad. A mí, personalmente, no me gustaría saber que tengo genes que me predisponen a tener cáncer, ELA, Parkinson y no sé cuántas cosas más. Sería un sinvivir y no quiero vivir así porque tengo predisposición, pero puede que nunca en mi vida tenga cáncer o alguna de esas enfermedades.

Además son test carísimos! Y, como ves, no dan una respuesta clara. El día que tenga un hijo estaré tranquila y tan sólo haré lo que todos debemos hacer: procurarle dieta sana, ejercicio y protección solar (que todos tenemos hacer, tengamos o no lupus).

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Fuentes:

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7 pensamientos sobre “La epigenética del lupus


  1. karol says:

    Hola
    que información tan util y la manera de expresarla

  2. Hola Nuria, paso a visitarte aquí en el blog, casi siempre ando por el facebook, para invitarte e invitar a tod@s aquellos que les interese acompañarme en mi proyecto 365 DIAS EN VOZ ALTA, donde durante un año narraré mis experiencias dia a dia como madre, psicologa y sobreviviente de lupus. aquí te comparto el link de mi blog, ya llevo 15 dias en esto y la experiencia ha sido maravillosa, por cierto pondré un gadget con los blogs sobre lupus, está llegando gente a mi blog buscando información y creo que es bueno que estemos conectad@s de alguna forma…

    Te dejo un fuerte abrazo!!!


  3. encarna says:

    Nuria cuantas dudas me estas aclarando,gracias eres grande.


    • Nuria says:

      Gracias, Encarna. No sabes lo que me alegra que se haya comprendido bien este artículo porque la genética es una complicación!!! Bueno, como todo en el lupus y demás autoinmunes…

      Un abrazo!