La euforia de mi lupus

Escribo esto porque es otra de esas cosillas un tanto incomprendidas… Porque seguro que hay más personas a las que les pasa… Para que se sepa que el tener picos de euforia a veces no es tan divertido como parece…

Escribo esto porque hace nada asistí como invitada a una boda y no os imagináis el miedo que me dio el no saber si la euforia haría acto de presencia o no.

Creo que todos los que me seguís por Twitter habéis visto claramente que tengo picos de euforia. Los tengo. Es una realidad…

Muchos me decís que os partís de la risa conmigo (sonrío 🙂 ) y me alegra… De verdad que me alegra, pues todo lo que sea provocar una sonrisa me encanta. La verdad es que yo también me lo suelo pasar bomba cuando tengo los picos de euforia (para qué engañarnos, no? ;)).

Pero la euforia para mí no es tan divertida… No sé si lograré transmitiros el porqué, pero lo voy a intentar.

Me lanzo a escribir este artículo sin saber exactamente qué voy a decir, cómo lo voy a expresar… Porque es difícil hablar de cosas que no sabes cómo funcionan.

Sé por qué me pasa: por los benditos/malditos corticoides. Los picos de euforia son uno de sus miles de efectos secundarios.

¿Qué es la euforia?

La euforia es un estado de máxima alegría. Bueno, es más que máxima… Exagerada, exacerbada, indescriptible… Es que no hay palabra que describa el nivel de felicidad y excitación que se siente cuando estás en un pico de euforia.

¿Por qué se produce?

En mi caso, supongo (y quiero asumir) que es por los corticoides, ya que es uno de los efectos secundarios de estos. La otra opción es que sufriera de un trastorno bipolar, pero eso, gracias a Dios, no es así. Ya tengo bastante con lo que tengo, no creéis?

¿Cuándo me dan los picos de euforia?

No lo sé!!! 🙁 Aparecen sin avisar… Porque sí :(.

Son incontrolables… Vienen y se van a su antojo, sin que yo pueda hacer nada por prevenirlos, evitarlos o, lo que es peor, controlarlos :(…

Normalmente me dan cuando estoy relacionándome con gente… Ya sea en persona, en las redes sociales o en cualquier parte… Eso hace que me dé cierta inseguridad la comunicación y relación con otras personas. Me retraigo y me cohíbo a veces por el miedo de que la euforia salga.

La mejor forma de describirlo: me cojo las riendas muy cortas, sabéis? Como a los caballos? Pues así, para que esté más controlada. Para que la euforia no salga… Y eso es algo que he aprendido tras muchos picos de euforia sufridos sin que me hubiera dado cuenta…

Me gusta pensar que con el tiempo he aprendido a reconocer cuando está a punto de pasar y eso me hace estar más relajada por regla general. Pero esa inseguridad sigue estando ahí.

Yo soy una persona muuuuy muy tranquila. No me gustan los alborotos. Lo que más me gusta es un bar con un ambiente tranquilo en el que se pueda hablar y escuchar. O una tarde tranquila en casa, con música clásica, velas y un buen libro. Así soy yo, sabéis?

Siempre me ha gustado ir por la vida de puntillas, sin llamar la atención… Así que ya os podréis imaginar lo que pienso yo de mis picos de euforia: son un asco :(.

¿Qué pasa cuando me dan los picos de euforia?

Muchos ya lo habéis visto. La mejor descripción: es como si me hubiera metido en vena algo «extraño», verdad? Realmente no soy yo! 🙁

Ay… Qué complicado es hablar de esto, de verdad… Puff…

Llevo sufriéndolos desde hace mucho tiempo, así que he ido aprendiendo y eso ayuda, aunque no arregla la mayoría de las cosas…

Al principio no me daba cuenta de que había sufrido un pico de euforia hasta el día después, sabéis? Pero con el tiempo he aprendido a identificarlo en medio del «ataque». No es que arregle el problema, pero sí que algo apaña, no creéis? (Quien no se consuela es porque no quiere…).

Cuando estoy en mitad de la «gran actuación», de repente me digo «oh oh… Aquí estamos algo eufóricos, no mi querida Nuria?» Así que me puedo retraer (intentarlo al menos), irme, probar con una tila o lo que sea. A veces me doy cuenta enseguida, pero otras no. A veces lo puedo remediar… y otras no…

¿Cuánto duran?

Pues ellos mandan! Yo no puedo hacer nada por controlarlos… Lo más inteligente que puedo hacer es retirarme en cuanto me doy cuenta de que estoy en pico de euforia, sabéis? Eso es fácil si es una conversación telefónica, o si estoy por Twitter… Pero no es tan fácil cuando estás en una fiesta o en la calle con gente. Ahí lo mejor que puedo hacer es cerrar el pico.

¿Qué viene tras la euforia?

La culpa, la inseguridad y las mil vueltas a la cabeza… Aparte de la depresión y un cansancio indescriptible que ya os comenté cuando os hablé de la fatiga en el lupus.

Cuando el pico de euforia pasa es cuando te das cuenta de todo lo que has hecho… Incluso hay cosas de las que no consigues acordarte.

Es como si te hubieras emborrachado… Y al día siguiente es cuando te levantas y te dices «uuuuhhhhh lo que he hecho…» Verdad? A que así me entendéis? Pues lo mío es más o menos igual :(.

Empiezas a pensar en cómo te has comportado (que es como si te hubieras tomado algún tipo de droga sintética moderna), en lo exagerado de tus gestos, de tus risas… En un largo etcétera que se resume en un simple, triste, pesado y preocupante «no era yo»…

Entonces empiezo a dar mil vueltas a las cosas (yo soy así. Me gusta machacarme, no lo puedo evitar).

Muchos me diréis que no me debería importar lo que los demás piensen de mí. Bueno, me da igual… Siempre me dio igual. Pero esto es diferente porque no era yo, sino la euforia la que actuaba por mí.

¡Pero si tengo depresión! ¿Cómo voy a tener picos de euforia?

Por mucho que os pueda extrañar, no es incompatible para nada. Aquí me tenéis de ejemplo y estoy segura de que no soy la única que pasa por esto.

La depresión y la euforia no son incompatibles… De hecho, son muchos los que sufren de trastorno bipolar, una enfermedad mental que se caracteriza, dicho de manera muuuuy simple, por la alternación de periodos de euforia con periodos de depresión.

Tranquilos, vale? Que, como ya os he dicho, yo tengo depresión y también mis periodos de euforia pero no tengo trastorno bipolar. Y seguro que tú tampoco, vale? Si tomas corticoides, seguramente te pasa como a mí ;-). Si tienes dudas, pregunta a tú médico y ya verás cómo te tranquiliza.

¿Tengo trastorno bipolar?

Muchos lo dicen, verdad? Ése típico «soy bipolar» que soltamos cuando pasamos del llanto y la tristeza a la risa… Pero la mayoría no sufrimos de trastorno bipolar, sino que, simplemente, decidimos afrontar la vida dándole la vuelta a las cosas malas que nos suceden. Y lo hacemos con unas risas (cuando podemos).

El trastorno bipolar es más serio que unas risas para olvidar un rato la depresión o un mal momento… Es más que un día de euforia de los míos.

El trastorno bipolar es una enfermedad mental y, como tal, debe ser diagnosticada por un especialista. No te auto diagnostiques y pregunta a tu médico (o al médico de cabecera) para que te guíe o aclare tus dudas.

Si quieres saber más sobre esta dolencia y no puedes esperar a hablar con un médico, consulta las fuentes. Además, tienes una noticia con fecha 23 de junio de 2013 en que Sergio Saldaña, un chico con trastorno bipolar, presenta un libro en el que cuenta sus vivencias en clave de humor para acercar la enfermedad y romper estigmas.

Gracias Estefi, por toda la info!!! Y por la charla del día de las cupcakes. Aclaraste muchas dudas :-).

Artículos relacionados:

Los corticoides.

La enfermedad, el lupus y la depresión.

Fuentes:

– Lainformacion.com (23 de junio de 2013): «Un joven con trastorno bipolar narra en clave de humor y con anécdotas su trastorno con el fin de difundir al enfermedad«.

– Instituto de salud mental de EEUU (NIH)- Trastorno bipolar (fácil de leer).

Panfletos del NIH en español sobre el trastorno bipolar (os los podéis descargar en pdf o pedirlos gratis en vuestro email):

  • Trastorno bipolar (Fácil de leer).
  • Trastorno bipolar en niños y adolescentes.

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13 pensamientos sobre “La euforia de mi lupus


  1. YULI PAULIN BULA says:

    HOLA NURIA COMO ESTAS LA VERDAD QUIERO SABER MAS DEL LUPUS ME LO DIAGNOSTICARON EN OCTUBRE ESTOY TOMANDO PREDNISOLONA Y CLOROQUINA Y ME SIENTO MUY TRISTE DECAIDA NO QUIERO LEVANTARME EN LAS MAÑANAS PARA IR AL TRABAJO PELEO A VECES CON MI NOVIO. ESTOY EN TRATAMIENTO CON EL PSIQUIATRA ESO ME TIENE MUY TRISTE QUIERO SALIR DE TODO ESTO NUNCA EN MI VIDA ME HA DADO ESTO AYUDENME. GRACIAS DIOS LOS BENDIGA


    • Nuria says:

      Hola, Yuli,

      Cuando te diagnostican una enfermedad como el lupus es normal que se te caiga el mundo encima y te sientas así… Lo importante, créeme, es que no lo pases sola y que te ayuden y te apoyen y eso ya veo que lo estás haciendo con el psiquiatra. Eres muy valiente por ello, Yuli!!! Ése, aunque no lo creas, es un paso de gigante! Así que sigue así, vale?

      Sentirse triste o caer en la depresión es algo que les puede pasar a muchos… Cuando te diagnostican te viene mucha información de repente y no sabes cómo será tu vida y es normal que te preocupe. Pero mírame, Yuli, y escucha: infórmate, toma tu medicación y cuídate, vale? Y verás cómo se puede vivir bien con lupus ;-). A veces es algo duro, pero lo bueno del lupus es que va por etapas y las etapas buenas pueden durar muuuuuuuchos años (te lo digo por experiencia!!!!).

      Si lees en internet y te asustas, deja de leer, me oyes? Y piensa siempre que lo malo que leas no tiene por qué pasarte a ti. Hay miles de personas con lupus que tienen una vida normal y trabajan, tienen a sus hijos, hacen deporte y de todo! Y tú no tienes por qué ser diferente ;-).

      No sé de dónde eres, pero te aconsejo que te pongas en contacto con la asociación de lupus de tu ciudad o país. Allí podrás conocer a otras personas que pasan por lo que tú y te podrán orientar de cómo están las cosas en relación al lupus en tu país. Si no conoces ninguna, escríbeme un email a tulupus.milupus@gmail.com y te ayudo ;-).

      Lo más importante es ir poco a poco y hablarle a tu psiquiatra y a tu médico de todos tus miedos y tus inquietudes. Haz todas las preguntas que tengas y piensa que nunca una pregunta es tonta, Yuli. Nunca! Yo hago mil preguntas a mi médico cada vez que me hace falta. Así es como logramos saber, conocer a nuestro lupus y cuidarnos y estar tranquilas :-).

      No dejes que una enfermedad frene tu vida más de lo que debiera, vale? Ya ves que no estás sola.

      Un beso enorme y adelante. Despacito, llorando cuando te haga falta (porque toooodos lo hacemos), pero siempre adelante. Piensa que ninguno aceptamos la enfermedad y nos adaptamos a ella e dos días, ok? Cada uno tiene sus tiempos, así que tómate el tuyo e infórmate bien siempre!

      Nuria


  2. Nadiuska Sánchez Sánchez says:

    Pensé que me estaba volviendo loca, llevo tres años con Lupus y la verdad que no sabía lo de la euforia, quiero decir que lo que me estaba pasando es normal, no sabes cuanto me tranquiliza leer los comentarios y lo que explicas. Bueno ya puedo pensar que soy mas normal…jajaja gracias me encanta este blog.


    • Nuria says:

      De loca nada, Nadiuska… Sin ir más lejos, el otro día estaba yo tan «tranquila» cuando me dijo mi novio: «Nuria, ¿no crees que estás un poco aceleradilla?»
      A veces es que ni nos damos cuenta, verdad? Así que se agradece tener a alguien a tu lado que lo diga para que «te amarres la correa» un poco. No es agradable pasar por picos de euforia porque, aunque te lo pases bomba, no eres tú.

      De todas formas… Aún te queda mucho para ser normal jajaja 😉 :p.

      Un abrazo, preciosa!! Ya tenemos una loca más en el club :p


  3. jenny (@jennyvalpochile) says:

    yo tb. he sufrido esos brotes de euforia, trato de no bajonearme pero a veces la gente que está a tu alrededor es la que hace que te deprimas, yo felíz de disfrutar el día a día, el mar me encanta y tengo la gracia de vivir al lado mismo así que eso me relaja y alegra aunque algunos piensen que a lo mejor estoy loca por reir teniendo esta enfermedad.
    En mi blog escribí sobre mi experiencia con el lupus http://lupusymariposa.blogspot.com/2013/09/lupus-mi-amigo-o-enemigo-las-personas.html

    Un a brazo de mariposa a todos


    • Nuria says:

      Hay un dicho que no sé si tendréis vosotros, Jenny, que dice «ande yo caliente, ríase la gente». Significa, básicamente, que «mientras yo sea feliz y esté bien, que ellos piensen como quieran». Y es así como veo que vives, bravo!!! 🙂

      Y si encima tienes al lado el mar… Uufff lo que daría yo por pasear todas las tardes por la orilla y sentarme luego a escuchar las olas!!!! 😀

      Un abrazo!!!


  4. pinky says:

    no me dejaba escribir mas,soy nueva en esto.mis amigos se lo pasan muy bien.me gustaria saber si tú tambien tomas dolquine?tu blog es estupendo gracias x kompartir


  5. pinky says:

    hola nuria,llevo 15 años con lupus y ahora tengo un brote desde hace 1 año(he tenido 4 d paz)tengo continuos picos d euforia y no hace mucho me di cuenta de que no los controlaba,soy una persona muy tranquila y la gente alucina ultimamente conmigo a mi tampoco me parece tan divertido pero yo me quedo con la parte buena y es que mis amigos se rien mucho conmigo y ahora soy


  6. Yolanda says:

    yo tb he sufrido esos picos tanto de euforia como totalmente lo contrario.Al principio pensé dios mío me estoy volviendo loca!lloraba sentada en la escalera pensando que me estaba pasando.luego cuando me informé de los efectos me tranquilicé un poco. Aprender a vivir con esos picos no es fácil.tendrían que haber más ayudar psicológica

  7. Yo no tomo medicación y por otros temas me pasa. Creo que eso también es el cuerpo que necesita salir de esos momentos malos. Yo no soy médico pero analizo mucho lo que me pasa y he llegado a esa conclusión cuando he visto lo que me ha pasado a mi con mi enfermedad.

    Esos momentos son necesarios pero hay que controlarlos para que no venga el bajón, a veces también es divertido y nos hace estar bien 🙂


  8. Solangel says:

    Totalmente de acuerdo, y yo me preguntaba algo me pasa y nose a cuenta de que, soy una montaña rusa, la gente me ve y dice que divertida… y yo me averguenzo totalmente, mi pobre marido se queda con cara de …exijo una explicación… no se que decir, ahora entiendo muchas cosas, hablar como si me pagaran para ello, subir el tono de voz, reir de todo como loquita… y no recordar nada.
    Somos lo que somos y seremos mejores cuando manejemos, nuestras propias riendas.
    Un super beso a NURIA


  9. Mode Gimeno says:

    Hooola, Nuria. Aquí una con el mismo «desdoble de personalidad» inducido por los corticosteroides… Y más ahora que me han triplicado literalmente la dosis, por un puñetero brote del que me estoy recuperando pero muy poco a poco, porque el lupus sigue activo y haciendo de las suyas: inmunodeprimida, con una infección tras otra, por tanto, depresiva física y anímicamente; y de repente, salta la liebre y sale la Mode eurfórica, a la que una broma tonta le da la risa floja, habla más fuerte de lo normal, dice tonterías que no vienen al caso… Pero esto ya me pasaba cuando era una jovencita y salía con mis amigos, yo no bebía, pero era las más «beoda» de todas, la más fiestera, la más enrollada, la más divertida. Todos creían que me iba hasta arriba de alcohol o drogas. Luego llegaba a casa y me venía el bajón, y el pez volvía a enrollarse sobre si mismo y a morderse la cola. Sé lo que es, y también opino como tú, es un verdadero engorro. Pero hay que aguantarse, qué remedio. Y tratar de darse cuenta en el momento, parar, respirar, y decirse, vale ya, no des el espectáculo… Los que te conocen de verdad saben que es por la medicación. Los que no te conocen no, por tanto, sólo queda tratar de «controlar» por una misma y en lo posible, esos repentinos e inesperados cambios de humor, que aunque tomes otras cosas que traten de contrarrestar estos efectos (como yo), a veces no se pueden evitar. Un beso.


  10. chipirón violeta says:

    Hola preciosa!!
    Todo debe ir con tranquilidad. Yo tambié, he probado los corticoides y mi pareja lo flipaba cuando pasaba del llanto a la risa en un pis pas… gracias a ti descubrí el porque de mi comportamiento porque eso no era normal. Y es verdad y te sientes mal por haber chillado, por haber pegado aquel portazo con la puerta y luego ir a la calle sin rumbo. Un caso y al rato superfeliz sin acordarme de lo que realmente hice. Eso desgasta mucho. Así que cuando nos veamos y te vea en un pico de eufória te amarro a la primera farola que vea y te dejo allí un ratito hasta que te tranquilices jajajaja
    Besos y te explicas muy pero que muy bien.