Las locuras de la desesperación: CUIDADO!!!

Tras escribir la advertencia acerca de la terapia de luz UVA-1, me quedé pensando el resto del día acerca de los efectos de la desesperación… Las «locuras» que a muchos provoca este sentimiento de desesperanza de «hago cualquier cosa con tal de que me curen»…

Amigo, las enfermedades crónicas, hoy día, no tienen cura :(. El Lupus no tiene cura :(. La artritis reumatoide, el parkinson, la fibro… No hay cura… Y créeme que yo también lo siento porque lo sufro y me afecta. Afecta a mi vida cada día desde hace 7 años y a día de hoy afecta también a mi futuro.

El otro día hablaba con mi pareja de mi futuro trabajo. Como últimamente me siento muchísimo mejor, va apareciendo ya la «tentación» de buscar trabajo :). Total, como va el país, mientras empiezo y me sale algo voy a tardar unos meses, jeje, así que…

¿Y sabes qué es lo que más me da miedo de trabajar? El hecho de que voy a tener que controlarme para no trabajar duro… ¿Hasta qué punto una tarea supondrá para mí un sobre esfuerzo? ¿Seré capaz de no luchar por ascender a lo más alto, como solía hacer antes del brote? ¿Me sentiré bien abandonando la idea de asistir a cursos, hacer un master? Todo eso tengo en la cabeza… Así que, ya ves, el lupus afecta a mi futuro. Al menos por ahora. Pero, como siempre digo, ese camino ya lo andaremos ;). Ahora hay otras cosas de las que debo ocuparme: Mejorar más!!! 🙂

En fin, vamos a lo que vamos: las locuras de la desesperación.

Hoy os quiero hablar de las brujas, curanderos, chamanes y demás familia… Los productos milagro… Todo ese mundo…

¿Por qué quiero hablar de esto? Hace tiempo vi en la televisión un programa que contaba la noticia de la absolución de un falso chamán que abusaba sexualmente de la pobre gente que acudía a él en busca de una cura para su dolencia…

Y es que la desesperación muchas veces nos lleva a acudir a este tipo de «dudosos» remedios… Y caemos en las redes de gente despreciable que sólo se aprovecha de los miedos, inseguridad y desesperanza de los que más sufren. No podemos consentir eso.

🙂 Cuando era pequeña mi madre me llevó a una bruja (como lo oyes!). Me sacaba del colegio todos los días y conducía una hora hasta llegar a casa de esta anciana que tenía bastante fama de curar lo incurable. Mi madre siempre ha creído en esas cosas… Yo era pequeña y me negué, pero no sirvió de nada :p.

Resumiendo, no sirvió de nada, como podéis imaginar, porque aquí sigo con mi lupus! ;). Eso sí, esta mujer era de las buenas personas porque no cobró ni un duro. Ella creía que tenía un poder y lo usaba para ayudar de verdad.

¿Pero cuántas personas creéis que hay como esta mujer? No muchas, os lo aseguro. La mayoría de personas que te juran y perjuran que te curarán sólo te van a utilizar! Con suerte, para sacarte el dinero; con mala suerte, para algo un tanto más oscuro y asqueroso.

Así que hoy la advertencia es la siguiente:

1- Cuidado con los falsos curadores.

2- ¿Hasta dónde una conducta no traspasa el límite de la decencia?

Cuidado con los falsos curadores.

Yo, personalmente, los desaconsejo todos por regla general. Seguro que habrá alguno que otro que sea una persona decente, pero te aseguro que eso es uno entre un millón…

Prueba las terapias naturales si quieres, que hay muchas!!! Acupuntura, Reiki, Flores de Bach, aromaterapia… En fin, hay muchísimo!!! Pregunta antes a tu médico, como siempre, y si te da vía libre, adelante!!! Pero brujas y chamanes??? Lo desaconsejo al 100%.

Como desaconsejo los típicos «productos milagro». Se oyen por ahí (y más en internet) hierbas, hongos y demás fauna que curan milagrosamente las dolencias…

Punto uno: ¿No crees que si fuera así un laboratorio farmacéutico ya habría comprado los derechos de ese producto y estaría en el mercado?

Punto 2: ¿Has pensado que si eso fuera cierto estaríamos todos sanos y estupendos? Y si no lo estamos es por algo, no crees? 😉

Los milagros, por desgracia, no existen. Y si existen, se dan poquito ;).

Ya os hablé de el factor de transferencia y tengo más cosas de este tipo de las que hablaros!!! Y lo haré sin tapujos, como siempre he hecho ;). Porque quiero que estemos todos bien y que no caigamos en este tipo de engaños!!! Porque me da rabia que se usen los sentimientos de las persona enfermas para conseguir dinero!!!

¿Hasta dónde una conducta no traspasa el límite de la decencia?

Hablo de esto porque la noticia que os comentaba arriba del chamán decía que le absolvían porque las mujeres de las que abusó dieron consentimiento al no oponerse a los tocamientos… Una de las víctimas dio su testimonio en directo y contaba que el desgraciado éste la tocaba, pero que ella no sabía hasta qué punto era normal y que, ante la duda, no decía nada y se dejaba hacer…

¿Cómo que ante la duda se dejaba hacer? NO!!! Ése es el tipo de cosas que la desesperación muchas veces nos lleva a hacer… Escúchame bien:

Cualquier conducta que te haga sentir incómoda, párala!

Si tienes dudas sobre algo que te piden, no lo hagas!

Si te sientes insegura, solicita la presencia de una enfermera en la sala!

Si observas una conducta impropia, huye!!!

Y luego te diría que denunciaras, pero yo no soy el mejor ejemplo de eso, la verdad :(. Porque nunca he denunciado… Pero te digo que eso ha cambiado desde hace un par de años ;). Porque es lo que hay que hacer. No sólo por ti, que lo has sufrido, sino por todos los que pueden caer en manos de ese desgraciado.

Claro que me han pasado cosas de ésas! Ya os conté del psiquiatra que me dijo que no solicitara la minusvalía porque no la conseguiría y que, total, mientras mi vida sexual fuera buena todo estaría bien. El muy sinvergüenza, no contento con eso, comenzó a preguntarme detalles… Y ahí fue cuando me levanté y me fui.

No soy psiquiatra ni tengo estudios de medicina, pero es de lógica que el sexo no tiene mucho que ver en un tema de dolores, de una enfermedad que me afecta mentalmente porque me impide para muchas cosas en muchos ámbitos.

También recuerdo un reumatólogo con el que di cuando buscaba médico tras mudarme de ciudad. Cuando me hizo el examen médico y toco auscultarme me pidió que me quitara la camiseta.

Bueno, nunca, ninguno de los mil médicos que me habían visto antes, me habían pedido eso… Siempre me han auscultado con la camiseta puesta, la verdad, pero bueno, este hombre parecía de la vieja escuela y a lo mejor eso era normal. En fin, que me la quité. Tampoco era para tanto.

De repente me dice el listo «huy, pues no puedo, eh? Va a ser que te tienes que quitar el sujetador también».

Ay no, pues mire usted, el sujetador se lo va a quitar su madre, sabe usted? Obviamente no se lo dije así, jaja, pero sí que me negué. El hombre se enfadó un poco (encima!) y me dijo que si no le dejaba trabajar que no podría seguir. Le dije que me parecía una idea estupenda, que nunca ningún médico me había pedido que me desnudara para auscultarme, y que me parecía una idea estupenda dejar la consulta ahí. Y me fui, claro.

Desde ese día me han visto mil médicos y mil estudiantes. NINGUNO, NUNCA, me ha hecho quitarme NADA para examinarme.

Os cuento todo esto porque sé que es difícil actuar en este tipo de situaciones. Yo soy de las que se bloquean cuando este tipo de cosas pasan… Sé lo que se siente, creedme. Pero también sé que podemos reaccionar!!! Porque ya veis que yo lo he hecho. Así que os digo que se puede hacer ;).

Si veis alguna conducta que no os inspire confianza; si dudáis de lo que se os pide o no os sentís cómodas, no lo hagáis!!! Un médico, o quien sea, os debería hacer sentir seguros SIEMPRE.

No dejéis que la desesperación os haga caer en manos de indeseables, por favor.

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